Tragedia radiactiva en México: Una cápsula olvidada cobró cinco vidas en 1962

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En 1962, una familia mexicana sufrió una terrible pérdida tras la exposición a una cápsula de cobalto-60 encontrada por un niño en su jardín. La radiación emitida por la cápsula provocó la muerte de la madre, el niño, su hermana y la abuela. Solo el padre sobrevivió debido a su menor exposición.

Veintisiete años antes del desastre de Chernóbil, una familia de Ciudad de México experimentó los devastadores efectos de la radiación ionizante. Similar al incidente con los cuadernos de Marie Curie, esta familia desapareció tras una prolongada exposición a una cápsula radiactiva encontrada en su propiedad, un suceso que nunca fue completamente esclarecido.

En marzo de 1962, una familia de cinco miembros (padre, madre embarazada, abuela, hija e hijo) se mudó a una nueva casa en Ciudad de México. Se cree que el niño, de unos diez años, encontró una cápsula en el jardín y la llevó a casa sin comprender su peligro.

La cápsula contenía cobalto-60 con una actividad de 200 gigabequerelios (GBq), una cantidad significativa de radiación. El niño la llevó en su bolsillo durante varios días, mientras que la madre la guardó en un cajón de la cocina. La exposición directa a la radiación tuvo consecuencias fatales.

Días después, la madre notó un cambio de color en los vasos de vidrio, un efecto conocido como solarización por radiación. La familia experimentó síntomas como fatiga y vómitos. El niño falleció a principios de abril, seguido por la madre en julio, la hermana menor en agosto y la abuela en octubre. Solo el padre, que pasaba menos tiempo en casa, sobrevivió.

La investigación reveló que la cápsula de cobalto-60, obsoleta y procedente de un hospital, fue desechada de manera inapropiada sin las medidas de seguridad necesarias. A pesar de un reporte médico de 1964 que menciona un contenedor de plomo entregado a la familia, la falta de información sobre la peligrosidad del material y la ausencia de responsabilidades en su manejo contribuyeron a la tragedia.

El incidente generó teorías conspirativas, pero la verdad permanece inconclusa. A diferencia de otros accidentes con fuentes de cobalto-60, como el de Ciudad Juárez en 1984, este caso carece de un amplio registro documental. El incidente de 1984 involucró una unidad de radioterapia desmantelada incorrectamente, contaminando miles de toneladas de metal y resultando en la demolición de cientos de casas. Aunque no hubo consecuencias catastróficas, ambos sucesos resaltan la importancia de la gestión adecuada de residuos médicos radiactivos.