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Mié, Sep

Erdogan en la ONU: Defensa de la familia tradicional y condena al conflicto en Gaza

Internacionales
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pronunció un discurso en la Asamblea General de la ONU donde defendió el concepto tradicional de familia como núcleo de la sociedad, criticando las políticas que, según él, lo amenazan. Simultáneamente, denunció con dureza la situación en Gaza, calificándola de genocidio, y pidió el reconocimiento inmediato del Estado de Palestina. Además, Erdogan instó a la reforma del sistema internacional y abordó otros temas globales.

En un discurso que generó sorpresa y debate en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, realizó una vehemente defensa de lo que denominó el “núcleo más sagrado de las sociedades”: la familia.

Desde el histórico podio, afirmó que la institución familiar se encuentra hoy bajo una amenaza sin precedentes, asegurando que defender la familia compuesta por una mujer y un hombre equivale a defender la humanidad, la naturaleza, la vida y el futuro. Asimismo, denunció las “presiones culturales y políticas” que, según su perspectiva, ponen en riesgo este modelo familiar, y aseguró que Turquía continuará protegiendo a la familia frente a los crecientes ataques.

El mandatario turco cuestionó indirectamente las políticas de expansión de derechos a la diversidad sexual en varios países, al señalar que nadie debe imponer a otros su visión sobre género o identidad. “Respetamos a todas las personas, pero también exigimos respeto para nuestros valores”, recalcó, provocando murmullos en la sala.

Con un tono severo, Erdogan denunció lo que definió como “un genocidio transmitido en vivo” en la Franja de Gaza y solicitó a todos los países el reconocimiento inmediato del Estado de Palestina. Lamentó la ausencia del presidente palestino Mahmoud Abbas y agradeció a las naciones que ya habían dado ese paso.

Señaló que diariamente, y por horas, muere un niño en Gaza. Más de 65.000 civiles han perdido la vida, al menos 20.000 de ellos menores de edad, según sus datos. Añadió que 428 personas han muerto de hambre, incluyendo 146 niños. “Estas no son cifras: son inocentes”, subrayó. Describió escenas de hospitales bombardeados, médicos asesinados, niños mutilados sin anestesia, y recordó que 250 periodistas y personal de la ONU han muerto en el enclave. “Ni siquiera la ONU ha podido proteger a su propio personal en Gaza”, denunció.

Erdogan expresó su apoyo al secretario general António Guterres, felicitándolo por su “coraje”, pero también criticó a las potencias occidentales: “Quien guarda silencio es cómplice de esta barbarie”.

El presidente turco amplió su perspectiva a otros conflictos, reiterando que “no hay ganadores en la guerra ni perdedores en una paz justa”, y destacando la mediación de Turquía en la guerra entre Rusia y Ucrania, el acercamiento entre Azerbaiyán y Armenia, y los esfuerzos para detener la violencia en Sudán, Somalia y el Cuerno de África.

También insistió en la necesidad de reformar el sistema internacional con su lema “El mundo es más grande que cinco”, en referencia a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. “No se trata de abandonar el sistema, sino de repararlo y hacerlo funcionar de nuevo”, puntualizó.

Erdogan abordó también el programa nuclear de Irán, la defensa de los derechos de la comunidad turcochipriota, la lucha contra la islamofobia, y advirtió sobre los riesgos de la inteligencia artificial, aunque reconoció su potencial si se utiliza “en beneficio de la humanidad”.

El mandatario reivindicó la política ambiental de Turquía, mencionó el movimiento de “cero residuos” impulsado por su esposa y destacó que su país es uno de los mayores proveedores de ayuda al desarrollo en el mundo.

“Un mundo más justo es posible y Turquía continuará luchando por construirlo”, concluyó, antes de despedirse con un mensaje final: “Que Dios nos ayude y nos guíe a todos”.