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Mié, Sep

El misterio del semáforo 'azul' en Japón: una cuestión de lenguaje y cultura

Tecnologia
En Japón, la luz verde de los semáforos se conoce como 'azul', una peculiaridad que desconcierta a muchos extranjeros. Esta diferencia no se debe a la tecnología, sino a la evolución histórica del idioma japonés y su percepción del color. El artículo explora el origen de esta discrepancia, desde la antigua nomenclatura del color hasta su impacto cultural.

En un artículo anterior, se narró la fascinante historia de cómo Pekín intentó cambiar el color de los semáforos por razones ideológicas. Ahora, exploramos una historia similar, pero con un enfoque diferente.

En Japón, no existe controversia sobre el color rojo, pero sí sobre el verde.

La paradoja del semáforo azul. Mientras que en la mayoría del mundo la luz que indica avanzar es inequívocamente verde, en Japón se le llama 'azul' y, en ocasiones, incluso se percibe como azulada para los visitantes.

Esta particularidad ha desconcertado a muchos extranjeros, pero para los japoneses es algo natural, como decir que el cielo es azul. La explicación no reside en la tecnología o en una decisión arbitraria, sino en un trasfondo cultural y lingüístico con raíces históricas.

Los orígenes lingüísticos del “ao”. En el japonés antiguo, solo había cuatro palabras básicas para los colores: rojo, blanco, negro y azul. 'Ao' abarcaba un espectro más amplio que el azul actual, incluyendo lo que hoy consideramos verde y cian.

Esta herencia perduró hasta el período Heian, cuando surgió 'midori' para referirse específicamente al verde. Sin embargo, 'ao' continuó usándose para describir lo que en otros idiomas sería verde, por lo que resulta común oír hablar de manzanas, montañas o verduras azules (pero verdes).

El conflicto. Al introducirse los semáforos en la década de 1930, la luz de avance se llamaba verde. Pero en 1960, la Ley de Tráfico Vial adoptó oficialmente 'ao shingō', la 'señal azul'. La Convención de Viena de 1968, que establecía el verde como color estándar, no fue ratificada por Japón.

En 1973, se llegó a un compromiso: las luces serían de un verde con un matiz azulado para poder seguir llamándose 'ao'. El resultado es un equilibrio curioso: semáforos verdosos, pero culturalmente azules.

Más allá de las señales. El uso de 'ao' no se limita a los semáforos. Se usa para referirse a manzanas verdes ('aoringo'), algas verdes ('aonori'), y hojas jóvenes ('aoba'), mostrando la superposición de 'azul' y 'verde' en el idioma.

Además, 'ao' adquirió un valor simbólico asociado con lo nuevo e inmaduro. Llamar a alguien 'aoi' es decir que es inexperto. Esto muestra cómo el lenguaje no solo nombra los colores, sino que también influye en las percepciones culturales.

Convención convertida en identidad. Aunque los semáforos japoneses son verdes, siguen llamándose azules, mostrando cómo las convenciones culturales pueden desafiar los estándares internacionales y formar parte de la identidad nacional.

El semáforo 'azul' de Japón demuestra que la forma en que nombramos las cosas influye en cómo las entendemos, y que hasta una luz de tráfico puede contar una historia de siglos de historia, lengua y costumbre.

Imagen | redoxkun