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Mié, Sep

La afluencia masiva a Medicina desestabiliza las universidades surcoreanas

Tecnologia
Un éxodo masivo de estudiantes hacia las facultades de Medicina está generando una crisis en las universidades de Corea del Sur. Miles de alumnos abandonan carreras en ciencias y humanidades para estudiar Medicina, desbordando la capacidad de las instituciones y generando escasez en otras áreas cruciales. Esta tendencia, impulsada por la alta demanda y el prestigio de la profesión médica, plantea serios interrogantes sobre el futuro del sistema educativo surcoreano.

Mientras la península coreana experimenta una relativa calma, Corea del Sur enfrenta un problema preocupante: la concentración masiva de jóvenes en la carrera de Medicina. En un país con una población cada vez más envejecida, donde la vejez se asocia a la pobreza, la elección profesional de los jóvenes se ha polarizado.

Se observa un fenómeno sin precedentes: estudiantes abandonan universidades prestigiosas como Seúl National, Yonsei y Korea University (grupo SKY) para estudiar Medicina. En 2024, se registraron 2.481 abandonos en estas tres instituciones, la cifra más alta en 18 años, un 17% superior al año anterior. La mayoría provenían de ciencias naturales y humanidades, atraídos por el aumento de plazas en las facultades de medicina, que pasaron de 3.000 a 5.000 anuales para contrarrestar la escasez de médicos.

Este cambio masivo está saturando las facultades de Medicina, que ya enfrentaban problemas como la sobrecarga de profesores, huelgas y aulas masificadas. Simultáneamente, disciplinas como las ciencias básicas y las humanidades sufren un declive, amenazando la diversidad intelectual y la innovación del país. Expertos como Theodore Jun Yoo advierten que esta tendencia desequilibra la educación, comprometiendo el pensamiento crítico y el avance tecnológico. La baja natalidad, a su vez, reduce la demanda de docentes e investigadores, debilitando la base académica.

Este fenómeno no es repentino. Desde 2022, más de una cuarta parte de los estudiantes con mejores notas en el examen de ingreso universitario optaron por Medicina en lugar de las universidades SKY, indicando una pérdida de atractivo en disciplinas tradicionales. Para académicos como Robert Fouser, la inteligencia artificial y la percepción de inestabilidad laboral en humanidades y ciencias han acelerado esta tendencia. Japón muestra un patrón similar, con jóvenes eligiendo escuelas médicas regionales en lugar de especializaciones en Tokio.

Sin embargo, algunos expertos cuestionan si la Medicina es la mejor opción a largo plazo. La profesión misma enfrenta transformaciones por la IA y cambios demográficos que afectan áreas como la pediatría, con la caída de la natalidad y el traslado de profesionales a especialidades más rentables como la dermatología. Carreras como la ingeniería o el desarrollo tecnológico podrían ofrecer mayor resiliencia a largo plazo.

Ante esta situación, se propone encarecer la formación médica y obligar a los nuevos graduados a trabajar en áreas rurales durante al menos seis años. Estas medidas buscan frenar la afluencia a Medicina y redistribuir los recursos humanos. La situación refleja la tensión entre la búsqueda de estabilidad económica y la necesidad de un sistema universitario diverso que impulse la innovación y el liderazgo tecnológico.

La “carrera hacia la medicina” en Corea del Sur refleja ansiedades sociales sobre el futuro laboral y los límites de un modelo educativo que prioriza un único camino, en detrimento de otros esenciales para el desarrollo del país. El riesgo es claro: la búsqueda de seguridad individual podría socavar la capacidad colectiva de innovar y formar pensadores críticos. Corea del Sur, en su intento por asegurar más médicos, podría estar debilitando las bases de su éxito como una de las economías más innovadoras de Asia.