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Mié, Sep

El alto costo ambiental de la descarbonización: el desierto de Atacama y la crisis del litio

Tecnologia
La creciente demanda de litio para baterías en la transición energética está generando un impacto ambiental significativo. La explotación de este recurso en el árido desierto de Atacama, Chile, ilustra dramáticamente este problema. El proceso de extracción consume enormes cantidades de agua, causando daños ecológicos y sociales.

El litio, esencial para las baterías de dispositivos electrónicos y sistemas de energía renovable, se ha convertido en un recurso estratégico para la descarbonización. Sin embargo, su extracción presenta un desafío: requiere cantidades masivas de agua.

Chile, poseedor de importantes reservas de litio, muestra las consecuencias de esta extracción en el desierto de Atacama, el más árido del mundo. Este desierto, además de ser un vertedero de residuos textiles, alberga grandes proyectos solares y minerales como cobre, hierro, oro, plata y litio.

El salar de Atacama, en particular, concentra grandes cantidades de litio, convirtiendo a Chile en el principal exportador mundial durante las últimas dos décadas. El gobierno chileno regula estrictamente la explotación del litio, considerándolo un recurso no concesionable y restringiendo la participación extranjera.

Imágenes satelitales muestran la transformación del paisaje del salar desde 1990 hasta la actualidad, con explotaciones de litio cada vez más extensas. El proceso de extracción, basado en la evaporación de la salmuera, consume miles de millones de litros de agua anualmente, impactando el ecosistema.

Este proceso provoca hundimientos del terreno, pérdida de vegetación, afecta la rica biodiversidad microscópica y disminuye la población de flamencos. Informes indican la muerte de algarrobos nativos debido al impacto de la minería.

Comunidades indígenas han presentado demandas judiciales por la degradación de los recursos hídricos y la pérdida de su patrimonio cultural. A pesar de la importancia económica del litio para Chile, con exportaciones estimadas en 2.895 millones en 2024 y una demanda proyectada que se triplicará para 2040, la extracción masiva genera preocupación.

Si bien empresas como SQM Lithium afirman implementar programas para mitigar el impacto ambiental, incluyendo la extracción directa de salmuera y la reinyección de agua, estas medidas no convencen a las comunidades locales que sufren las consecuencias directas de la contaminación.

Existe el riesgo de agotamiento del litio o de una caída en su precio que haga inviable la explotación a gran escala. La pregunta central permanece: ¿cómo equilibrar la necesidad de litio para la descarbonización con la protección de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades afectadas?