Durante décadas, la emisora UVB-76, también conocida como 'The Buzzer', ha emitido un zumbido interrumpido por extraños mensajes en ruso, desconcertando a expertos y alimentado teorías conspirativas. Su origen y propósito permanecen desconocidos, sin que ningún gobierno u organización haya reivindicado su autoría. El enigma se intensifica ante las crecientes tensiones geopolíticas.
La emisora UVB-76, también conocida como 'The Buzzer', es un enigma que ha intrigado a teóricos de la conspiración durante años. Se trata de una estación de onda corta que transmite un zumbido, ocasionalmente interrumpido por nombres y números en ruso, sin que se conozca su origen, propósito o significado. Ninguna entidad gubernamental o privada ha asumido la responsabilidad de sus transmisiones.
Este misterio ha dado lugar a diversas especulaciones, especialmente en el contexto de las actuales tensiones entre Rusia y Occidente. La naturaleza indescifrable de las transmisiones ha alimentado teorías conspirativas de todo tipo.
UVB-76 transmite en la frecuencia de 4625 kHz, supuestamente desde Rusia. Su señal, un zumbido monótono, se interrumpe esporádicamente con la lectura de nombres y cifras en ruso. Se estima que lleva operando al menos cuatro décadas, remontándose sus orígenes a la época de la URSS. En 2017, la BBC reportó que la emisora había transmitido su peculiar señal durante 35 años ininterrumpidamente.
En plataformas como YouTube y redes sociales, se comparten grabaciones de las supuestas emisiones de 'The Buzzer', y existen comunidades dedicadas a monitorear su actividad. Numerosos artículos en medios como Wired, Popular Mechanics, Newsweek y la BBC han abordado este enigma a lo largo de los años.
David Stupples, profesor de ingeniería electrónica y de radio en la City University de Londres, afirma que para conocer la verdad sobre UVB-76 se necesitaría una declaración oficial de la Federación Rusa. Sin embargo, especula que es casi seguro que el gobierno ruso está detrás, y que su propósito no es pacífico.
Se cree que las transmisiones comenzaron en la década de 1970, destacando inicialmente por su gran alcance y contenido ininteligible. En los años 90, adoptó el indicativo УЗБ-76 (mal traducido como UVB-76). Se especula que la señal principal provenía inicialmente de un puesto militar cerca de Moscú, posiblemente Povarovo o un lugar a unos 80 kilómetros al norte de la capital rusa. Sin embargo, la ubicación de la emisora parece haber cambiado a lo largo de los años.
Desde 2010, la señal se ha vuelto más difícil de rastrear, lo que ha llevado a especulaciones sobre su posible ubicación en San Petersburgo, Moscú o Pskov. En 2011, unos investigadores que visitaron la supuesta base original solo encontraron equipo de radio y registros.
Inicialmente, la emisora emitía solo pitidos, cambiando en los años 90 a un zumbido con una sirena y lecturas periódicas de nombres, palabras y números. En 2010, se registraron interrupciones en la transmisión, lo que añadió más misterio al enigma.
En los días posteriores a las interrupciones de 2010, se reportaron transmisiones inusuales, incluyendo sonidos ambientales y un posible mensaje en código Morse, así como fragmentos de 'El lago de los cisnes'. Algunos medios aseguran que en 2022, antes de la invasión de Ucrania, emitió una serie de códigos, e incluso que en mayo de 2025, tras una conversación telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin, empezó a transmitir una serie de nombres que formarían parte de un código.
Se han propuesto numerosas teorías sobre la naturaleza de UVB-76, algunas plausibles y otras extravagantes. Se la ha llamado incluso “la radio del fin del mundo”. Stupples sugiere que podría ser una forma de reservar un canal de comunicación para emergencias, o incluso para defensa aérea.
Otras teorías la vinculan al sistema 'Dead Hand' (Perímetro), un sistema de represalia nuclear de la era soviética. Sin embargo, expertos en radiocomunicaciones han descartado esta teoría. Otras especulaciones incluyen el monitoreo de cambios atmosféricos en la ionosfera, su uso en una red de espionaje mundial, o incluso la búsqueda de ovnis.
En conclusión, UVB-76 sigue siendo un misterio fascinante, una curiosidad histórica plagada de incógnitas que ha alimentado la imaginación de conspiranoicos y académicos por igual. Su larga historia de transmisiones indescifrables continúa intrigado al mundo.