Una joven de 21 años, víctima de una violación grupal en República Dominicana, comparte su historia y un mensaje de esperanza. El brutal ataque, que incluyó la drogadicción y la difusión de videos en redes sociales, ha conmocionado al país. La Fiscalía acusa a siete hombres, seis de los cuales han sido detenidos. El caso ha reavivado el debate sobre la violencia sexual y la justicia en la República Dominicana.
Una joven de 21 años, víctima de una brutal violación sexual grupal, rompió su silencio en una entrevista exclusiva, compartiendo un mensaje de esperanza y fe tras la traumática experiencia. A pesar del salvaje acto que ha indignado a todo el país, la víctima se aferra a la vida y ve esta experiencia como una oportunidad para ser mejor, utilizando su historia para advertir a otras jóvenes dominicanas sobre los peligros de la confianza ciega.
"Que tengan precaución, que no confíen en nadie más que su mamá. Tu mamá es tu mejor amiga. Cuando tu mamá te dice “no”, no trates de llevarle la contraria, porque siempre hay algo de lo cual ella te está cuidando", manifestó la joven.
El caso, ocurrido en Villa González, provincia de Santiago, ha estremecido a la República Dominicana. La joven denunció haber sido drogada, violada por un grupo de hombres y grabada en video, imágenes que posteriormente fueron distribuidas en redes sociales y páginas pornográficas. Este caso representa uno más de los desafíos que enfrenta el sistema judicial y la sociedad dominicana en la lucha contra la violencia de género.
Lo que comenzó como una salida con una amiga se convirtió en una pesadilla el 17 de marzo de 2025. Según el testimonio de la víctima, una amiga la invitó a un colmado cercano. Un mesero les ofreció ron Doble Reserva, y luego llegó otra botella, sin que la víctima supiera quién la envió. Ambas mujeres bebían y alternaban idas al baño.
“Empezamos a ir al baño, iba ella, iba yo. Nos turnábamos para no dejar la mesa sola. En una de esas fuimos ambas al baño. Cuando regresamos, yo seguí tomando del mismo vaso. Y me dicen, aproximadamente 30 minutos después de yo haberme sentado, que yo perdí el conocimiento y caí”, expresó la víctima.
La Fiscalía acusa a Yamir Fernando Pérez Toribio (Ferrere), José Alfonso Rubiera Rodríguez (Fonso) y Edwin Manuel Castro Guzmán (El Guaro) de participación directa en la violación. Oniel Rafael Pichardo Martínez (Contreras), Javier Eduardo Núñez Toribio (Bebé) y Delfri de Jesús Rodríguez (Yiyo) son acusados de complicidad por observar el abuso sin intervenir.
Según el psiquiatra Francis Báez, los abusadores sexuales encuentran placer en el abuso de otros, especialmente cuando la víctima es vulnerable. "Eso es parte de su degeneración sexual, eso es parte de su psicopatía. Porque si ellos analizaran que, si siguen grabando, están comprometiendo a los que están en la escena, que, si yo hablo, mi voz puede ser reconocida, no lo hicieran. Y si eso no les estuviera dando un placer, tampoco lo hicieran. Entonces, ¿qué te dice a ti? Que ellos gozan con el daño del otro", indicó el especialista.
La víctima despertó a la mañana siguiente en su habitación, sin recordar cómo llegó allí. “Yo miro mi teléfono. Yo me levanto con la blusa, con el pantalón desabrochado, en media, y lo tenía en la habitación… o sea, al lado de la puerta. Yo miro la hora en mi teléfono y vuelvo, me acuesto y me duermo”, relató la víctima, quien mencionó sentir dolor abdominal, cansancio y deshidratación.
Su amiga, que la acompañaba esa noche, la visitó ese mismo día, minimizando lo ocurrido. “No tengo nada que decir en contra de ella, pero no sé, quizás sí debió… porque ella dice que yo estaba rebelde y que ella no podía conmigo. Pero no creo que ese sea un motivo para haberme dejado así”, sostuvo la víctima.
Cinco meses después, comenzaron a circular videos de la agresión en grupos de WhatsApp. El 28 de agosto, la víctima formalizó la denuncia, y al día siguiente se emitieron órdenes de arresto contra siete implicados. Seis fueron detenidos; uno, conocido como Pochón, sigue prófugo.
Recientemente, salieron a la luz dos casos más de violación grupal: uno contra una adolescente de 13 años y otro contra una mujer haitiana por agentes de la Policía Nacional y la Armada. Estos casos han generado debates sobre el aumento de la violencia sexual y el modus operandi de los agresores. El presidente Luis Abinader calificó a los acusados como "salvajes y cobardes".
Diversos sectores han pedido justicia y que se aplique todo el peso de la ley a los imputados. “Si los casos judiciales van a ir de reenvío en reenvío, de victimización en victimización, de no creerle a las víctimas, evidentemente no vamos a tener una administración de justicia lógica y oportuna, y una administración de justicia que sea justa. Pero no es solo un tema de la administración de justicia”, señaló la abogada Yildalina Tatem.
El pasado miércoles comenzó el conocimiento de la medida de coerción contra los jóvenes, pero la sobreviviente no pudo verlos a la cara. El debate sobre la castración química para abusadores sexuales también ha vuelto a la palestra. “Esta solución también es aceptada por expertos, que aseguran que la castración química disminuiría el deseo de cometer nuevamente otra violación”, dijo el jurista Servio Tulio Castaños.
Entre enero y julio de este año, la Procuraduría General de la República (PGR) registró 3,854 reportes por delitos sexuales, de los cuales 681 fueron violaciones (17.67%).