El sector turístico español, ya saturado por el turismo de sol y playa, experimenta un crecimiento significativo en un nuevo nicho: las bodas destino. Parejas de todo el mundo eligen España para celebrar sus enlaces, generando una industria millonaria en constante expansión. Este fenómeno está impactando especialmente en zonas como Mallorca, donde numerosas fincas se especializan en este tipo de eventos.
Existen diversos motivos para viajar: descanso, exploración cultural, gastronomía o simplemente relax en la playa. A estas motivaciones se suma un nuevo tipo de turismo: el de las parejas que buscan casarse en destinos exóticos, impulsando la creciente industria de las 'destination weddings'. Este fenómeno se ha convertido en un pilar económico para algunas fincas en Baleares.
Las 'destination weddings', aunque no son un concepto nuevo, están ganando popularidad en España. Parejas optan por celebrar su boda lejos de su ciudad o país de origen, buscando convertir la ceremonia en una escapada para ellos y sus invitados. Destinos como Las Vegas o islas griegas son ejemplos de lugares populares para este tipo de celebraciones.
El turismo de bodas representa un negocio lucrativo en España. Aunque la cantidad exacta de parejas que optan por casarse en el extranjero o de extranjeros que eligen España como destino de boda es difícil de precisar, el sector está en auge, especialmente considerando el récord de visitantes en España y su cercanía a los 100 millones de turistas anuales.
Un estudio de Future Market Insights estima que el mercado global del turismo de bodas alcanzará los 36.800 millones de dólares en 2025, con un crecimiento anual compuesto del 6.4% en la próxima década. Este crecimiento supera ampliamente las cifras de años anteriores; en 2022, el volumen de negocio se estimaba en 23.000 millones de dólares. Según el estudio, las 'destination weddings' son un segmento dinámico en la industria global de las bodas, donde las parejas buscan experiencias personalizadas en destinos pintorescos y culturalmente ricos.
España se está consolidando como un destino líder para 'destination weddings', con numerosos sitios web en inglés que promocionan la península y las islas como lugares ideales para celebrar bodas. Las Islas Canarias, Málaga, Marbella y Mallorca son destinos populares, aunque el mercado es amplio. Iniciativas como 'Ciudad Rodrigo Wedding Friendly' buscan posicionar localidades españolas en este sector turístico, aprovechando su patrimonio histórico. Existen numerosas opciones en España, así como en países como Grecia, Chipre, Italia, Portugal y Estados Unidos.
En Mallorca, el impacto del turismo de bodas es significativo. Fincas como Finca Es Cabàs y Son Berga reportan que casi la totalidad de sus bodas son de turistas. Yessi Morel, wedding planner, destaca la facilidad que se ofrece a los turistas extranjeros, la especialización del sector y la mejora constante de los servicios de boda como factores clave para el éxito en la isla.
En cuanto a los costes, datos previos a la pandemia muestran a España como uno de los países con bodas más costosas (23.400 dólares en promedio en 2019), aunque por debajo de Estados Unidos. Morel señala que los turistas, especialmente estadounidenses, buscan ahorrar y encuentran en Mallorca la posibilidad de tener una boda de alta calidad a menor coste que en su país de origen.
El impacto del turismo de bodas en la población local de Mallorca es una cuestión relevante. Dado que los turistas suelen reservar con anticipación y celebrar bodas en cualquier día de la semana, los residentes locales deben adaptarse. La wedding planner señala que los mallorquines suelen casarse solo los sábados y en meses específicos, lo que podría limitar sus opciones si no se adaptan a las demandas del turismo de bodas.
Las imágenes fueron tomadas de Unsplash por Carlo Buttinoni y Camila Cordeiro. La información fue obtenida de El Confidencial.