Un ataque con drones israelíes en el sur del Líbano causó la muerte de al menos cinco personas, entre ellas tres niños estadounidenses y su padre. El incidente, que dejó también a la madre herida, ha generado fuertes condenas internacionales y pone en riesgo el alto el fuego vigente entre Israel y Hezbolá. El ejército israelí admitió víctimas civiles, mientras que Hezbolá rechaza la entrega de armas.
Un ataque con drones israelíes en el sur del Líbano provocó la muerte de al menos cinco personas, incluyendo tres niños y su padre, todos ciudadanos estadounidenses, según el Ministerio de Salud libanés. Una mujer, la madre de los niños, resultó herida, junto con otra persona.
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, confirmó la identidad de las víctimas y denunció la muerte de civiles en medio de la creciente tensión fronteriza. El ejército israelí afirmó que el objetivo era un militante de Hezbolá en una zona civil, aunque reconoció víctimas inocentes y abrió una investigación. Un comunicado militar indicó que las Fuerzas de Defensa de Israel operan contra Hezbolá para eliminar amenazas al Estado de Israel.
El ataque ocurre a pesar del alto el fuego de noviembre que terminó meses de enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, dejando más de 4.000 muertos en Líbano y desplazamientos masivos. Israel afirma que Hezbolá busca recuperar capacidades militares, mientras que el grupo chií niega presencia al sur del río Litani y rechaza el desarme mientras persistan los ataques israelíes y la ocupación de puntos fronterizos.
El presidente libanés, Joseph Aoun, desde la Asamblea General de la ONU en Nueva York, condenó el ataque y pidió presión internacional a Israel. Aoun declaró que "no hay paz por encima de la sangre de nuestros hijos". El primer ministro Nawaf Salam calificó el bombardeo como un "mensaje de intimidación". Ambos líderes respaldan un acuerdo para el desarme gradual de Hezbolá, ahora amenazado por la escalada de violencia.
Líderes de Hezbolá respondieron que los ataques confirman su negativa a entregar armas y cuestionaron el mecanismo de monitoreo con Estados Unidos, Francia y la ONU. El parlamentario Hassan Fadlallah afirmó que la protección internacional no ha brindado seguridad ni estabilidad al Líbano.
El incidente aumenta la presión sobre el frágil alto el fuego y genera temores de una nueva escalada militar entre Israel y Hezbolá.