Un estudio sueco revela una correlación significativa entre la cistitis aguda y el riesgo de cáncer de vejiga, próstata o endometrio en adultos mayores de 50 años. El análisis de datos de más de 3.5 millones de personas sugiere que la cistitis podría actuar como un marcador clínico temprano de estos tumores. Este hallazgo tiene implicaciones cruciales para la vigilancia médica y el diagnóstico precoz del cáncer.
Un estudio realizado en Suecia y publicado en BMJ Public Health indica que la cistitis aguda en adultos mayores de 50 años puede ser un factor predictivo de un riesgo significativamente mayor de cáncer de vejiga, próstata o endometrio, particularmente durante los tres meses posteriores al diagnóstico de la infección.
Investigadores de la Universidad de Lund analizaron datos de más de 3,5 millones de personas, sugiriendo que la cistitis aguda podría servir como un indicador clínico temprano de estos tipos de cáncer, con implicaciones importantes para la atención médica de la población de mayor edad.
Los autores del estudio afirman que sus hallazgos refuerzan la evidencia existente que vincula las infecciones con un mayor riesgo de cáncer, indicando que la cistitis aguda podría ser un marcador clínico de cáncer urogenital, especialmente en ausencia de otras causas aparentes.
El estudio se basó en registros nacionales y datos de atención primaria en Suecia, recopilados entre 1997 y 2018. De los 3.557.582 adultos de 50 años o más incluidos, 605.557 (17%) recibieron un diagnóstico inicial de cistitis aguda, mayoritariamente en centros de atención primaria y predominantemente en mujeres (71%). Durante un seguimiento promedio de 15 años, 257.026 personas (7%) desarrollaron algún tipo de cáncer urogenital, con una mayor incidencia en hombres (77,5%).
El análisis mostró que la cistitis precedió al diagnóstico de cáncer urogenital en aproximadamente el 9,5% de todos los casos detectados. La edad promedio al momento del diagnóstico de cáncer después de un episodio de cistitis fue de 76 años. Los tipos de cáncer más comunes fueron el de próstata (39,5%), vejiga (32%) y endometrio (14%).
El riesgo de desarrollar cáncer urogenital tras un episodio de cistitis aguda aumentó en todos los grupos de edad, pero fue máximo en los tres meses posteriores a la infección. En este periodo, el riesgo de cáncer de próstata fue siete veces mayor en quienes habían padecido cistitis aguda. Para el cáncer de vejiga, el riesgo fue 3,5 veces mayor en hombres y más de tres veces mayor en mujeres. En el caso de los cánceres ginecológicos, las mujeres con cistitis presentaron entre cuatro y ocho veces más riesgo en los tres meses posteriores al episodio. Globalmente, el riesgo de cáncer urogenital en los tres meses posteriores a la cistitis fue casi 34 veces mayor en hombres y 30 veces mayor en mujeres.
Si bien el riesgo disminuyó con el tiempo, se mantuvo elevado durante varios años después de la infección.
La cistitis aguda es la forma más común de infección urinaria, con una prevalencia de por vida del 50-60% en mujeres y del 13-14% en hombres. Su incidencia aumenta con la edad y es una causa frecuente de consulta en atención primaria, especialmente en adultos mayores. Los cánceres urogenitales, por su parte, presentan alta morbilidad y mortalidad, y pueden compartir síntomas con las infecciones urinarias, dificultando el diagnóstico temprano.
Este estudio aporta evidencia novedosa al analizar una gran muestra poblacional e incluir datos de atención primaria, a diferencia de estudios previos que se centraban en infecciones graves diagnosticadas en hospitales. Estudios anteriores ya habían sugerido una asociación entre infecciones urinarias y cánceres del tracto urinario, pero con muestras más pequeñas y menor seguimiento.
Los autores sugieren que los cánceres urogenitales, o incluso cambios precancerosos, podrían aumentar la susceptibilidad a infecciones urinarias al debilitar las defensas del tracto urinario. Además, algunos tumores pueden presentar síntomas similares a la cistitis, lo que podría llevar a diagnósticos iniciales erróneos y explicar el aumento del riesgo de cáncer poco después de la infección.
Los investigadores señalan limitaciones en el análisis, como su naturaleza observacional, la falta de confirmación microbiológica de la infección y la ausencia de información sobre factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad o la diabetes no diagnosticada. También existe la posibilidad de sesgo de diagnóstico, ya que algunos cánceres podrían haber sido inicialmente diagnosticados como cistitis debido a la similitud de síntomas.
El estudio también evidenció diferencias entre sexos y grupos etarios. Los hombres con antecedentes de cistitis mostraron un riesgo de cáncer urogenital mayor que las mujeres, especialmente a partir de los 50 años. Por ejemplo, el riesgo de cáncer de vejiga fue casi el doble en hombres de 50 a 59 años en comparación con mujeres de la misma edad. El cáncer de próstata fue el más frecuente tras la cistitis, con un riesgo particularmente elevado en los primeros tres meses, disminuyendo notablemente después del primer año.